El pasado domingo 22 de febrero superé uno de los exámenes más difíciles de mi vida. Un maratón disputado “al límite”. Quiero compararlo con un examen, rememorando mis tiempos de universitario.
La preparación, algunos la conocéis e incluso la habéis compartido conmigo. 3 meses, con entrenamientos duros y exigentes. Entre 4 y 5 días por semana, con días de series, y entrenamientos largos para coger fondo. Algunos de ellos como las subidas a los molinos de dureza extrema. De por medio alguna competición para ir probando cómo se asimilaba el entrenamiento.
Por fin se acerca el día de la verdad, el examen: la carrera. La noche previa duermes mal, muchos nervios, te levantas a las 6:00 de la mañana para desayunar fuerte y poder hacer bien la digestión.
El día sale nublado, no muy frío, condiciones óptimas para correr.
Te sientas en primera fila, y te dan el examen. Sales concentrado, encuentras un buen grupo, vas marcando los ritmos previstos, a 4 minutos/km. En el km 16, veo a la familia, motivación extra (como cuando te toca una pregunta fácil). Llega la media maratón 1h:24´:50”, la teoría la he clavado. Y por fin la parte de los problemas, en lugar de calcular un muro de contención, el muro de los 35 Km, Y A SUFRIR!!!. Llega el momento de apretar los dientes, sensación de calambres, te quedas sólo, y a vaciarte hasta meta.
Meta: Entregas el examen y tienes los resultados a la vez. 2h:49´:31”. Posición 77 de 3600 atletas.
Satisfacción personal : MÁXIMA
Agradecimientos: 1º. A Mi mujer y mis hijas, por todo el tiempo que no les he dedicado para poder preparar este reto.
2º. A los miembros del MTB Mira que me han acompañado en alguno de esos entrenamientos tan duros para mí, y que para ellos eran un aburrimiento en bici, en especial a mi cuñado josefer
2º. A los miembros del MTB Mira que me han acompañado en alguno de esos entrenamientos tan duros para mí, y que para ellos eran un aburrimiento en bici, en especial a mi cuñado josefer
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