Habíamos quedado José Fernando y yo para salir a dar una vuelta. Allí estaba también José Luís pero sin traje de romano. Solo me bastó pronunciar las palabras mágicas “¿Te vienes?” para que José Luís se enfundara el traje.
Salimos hacia el Molino de Fermín para realizar la primera ascensión del día. Cada uno a su ritmo, no tuvimos problemas para llegar hasta Villapaz. Aquí tuvimos una parada obligada para que José Fernando reparara un pinchazo en su rueda trasera. La combinación Michelín-Slime-Banda antipinchazos no ha dado muy buenos resultados a José Fernando, que ya pinchó en el Tejo. ¿Que tal iría un cinturón de seguridad? Próximamente José Fernando nos lo dirá.
Luego decidimos afrontar la subida de Villapaz. Pronto nos dimos cuenta que las lluvias de los días anteriores y las recientes obras en la pista, habían dejado el camino con una capa de barro. Las cubiertas se atiborraban de barro con la misma facilidad que nosotros pedaleábamos. Lastima que no lleváramos cámara de fotos. A media subida exploramos un camino que solo nos aportó una subida cuando nos tocó dar la vuelta por que el camino se perdía.
La vuelta a Mira ya fue un mero trámite incluso para José Luís, que por el Campillo se acordaba de lo que le costó ese tramo hace unos meses.
23 Feb. Sábado mañana
Ernesto, Miguel V. y yo estábamos en la plaza a las nueve. Yo iba de “invitado” y ellos decidían qué ruta nos esperaba. Como están fuertes, no se les ocurrió otra cosa que repetir la ruta del Charandel. He de reconocer que tampoco mostré oposición, pues en el fondo me apetecíaJ. Así que salimos hacia los queridos Azagadores que como siempre son un buen aperitivo para cualquier salida.
Pasado el mal trago y después de rodar un poco afrontábamos la larga bajada hacia el Charandel. A media bajada Ernesto estuvo a punto de catar el suelo, pero consiguió dominar la bici. La única consecuencia fue un ruido incomodo que le acompañó en las bajadas cada vez que usaba el freno trasero.
En el Charandel almorzamos e hicimos unas fotos para luego afrontar el tramo duro. También hubo tiempo para que Ernesto pillara a un quad por la zona y que Miguel V. nos fuera mentalizando mientras se tomaba un “red bull” (para ver si de verdad da alas) y una barrita de cereales. Mas adelante pude confirmar que “red bull” miente: no te da alas, hay que pedalear.
Bici de Miguel V. . Se llevó lo suyo en el mirador
El Agua como protagonista. El Charandel
Miguel V., Ernesto y Puntal del Castillo
Las primeras rampitas ya se hacían de notar, y realizamos un pequeño descanso justo antes del desvío. A partir de aquí una senda preciosa para bajar, pero por momentos destrozada, como José Fernando describió. Pie a tierra y bici al hombro era la única solución para avanzar en estos tramos, y la verdad es que nos costó un ratillo el recuperar el aliento tras coronar.
Efecto de las rampitas
Objetivo: Loma Carril
"Red Bull" no da alas. Mentalizándonos
Una vez arriba, nos acercamos al mirador que nos gratificó con unas vistas preciosas. El viento, que le jugó una mala pasada a la bici de Miguel V., nos obligó a abrigarnos ya hasta Mira.
Vistas mirador
Vistas mirador
Inmortalizando el momento
Gr 64
Rio Mira
El resto de la ruta fue coser y cantar por llano salvo unos repechines de la carretera.
23 Feb. Sábado tarde
No conformes con la paliza de la mañana, de nuevo quedamos por la tarde para dar un paseíllo regenerativo. Esta vez ya éramos más: Ismael, Jesús, José Luís, Miguel V., Víctor, Adrián (una promesa de futuro) y yo. Salimos hacia
Josep haciendo tiempo
"Entrenando"
Ismael, Jose Luis, Adrian y Victor
24 Feb. Domingo
Lástima que la lluvia hizo acto de presencia y no nos decidimos a salir.
2 Mar. Próxima cita: Requena
A ver que tal se nos da. A priori tenemos de todo un poco: unos para pelear puestos y otros para no quedarse sin paella. Además para alguno será la primera marcha que realice: ¡Eh, Víctor! ¡Ánimo!
Ya os contaremos.
By Josep
Hay videos y mas fotos pero estamos aprendiendo a editar.