Como siempre quedamos en la Plaza y como era día de procesiones la "tropa" se vió reducida. Aun así nos juntamos Lino, Espi, Joaquín, Mario y Josep. Conseguimos engañar a Espi para afrontar la subida de Labajo Blanco, aunque no lo volváis a intentar ya no le podréis engañar pues le quedó claro que le espera a todo aquel que quiera ir por tal paraje. Almorzamos junto al vértice y nos replanteamos la ruta inicial para poder hacer acto de presencia en la procesión, que si no a alguno le habrían puesto una penitencia. Así que Cañavedija fue nuestro siguiente destino. Seguimos el Gr hasta Hoya Hermoso donde Mario y Joaquín midieron fuerza. Un poco más atrás Lino y Josep chino-chano para arriba. Pero el más listo de la clase, Espi, ahorró las pocas fuerzas que le quedaban para hacer "autostop rural".
Josep
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