Erasé una vez unos bikers de Mira y alrededores, muy atrevidos que sin pensar, sin pensar, se dijeron: ¿por qué no vamos a la marcha que hacen en Utiel? Muchos de allí vinieron a la nuestra. Es de agradecidos devolver el favor, además es muy famosa... se esperan casi mil.
Allá que te fueron el domingo día 6 de abril, día espléndido por soleado y de temperatura muy agradable para pasear en bicicleta.
Madrugaron un poquito y con sus monturas a punto allí se presentaron los intrépidos y valientes cinco componentes de la peña mtb de Mira. A saber: Miguel Villanueva, Miguel A. Miguel, Josep, Victor y Joséfer (todos ellos ya Licenciaedos en btt por haber superado semejante hazaña con bien).
Una vez allí, reunidos en grupo, realizados los trámites pertinentes ante los organizadores, uno de los componentes ya presagiaba el mal fario de su rayado dorsal, mira por dónde el diablo se le cruzó por delante cuando se disponía a situarse en la salida y dió con sus huesos en el asfalto utielano; mascaba clavos el ciclista y maldecia su mala suerte.
Pero bueno, la mañana avanzaba, la salida se sucedía, el bueno del técnico ciclista con su cámara a cuestas intentando grabar algo, y los demás sobre las monturas intentando reservarnos porque la fama de la ruta hacía presagiar momentos duros de este deporte, y no era cuestión de llegar sin fuerzas a esas batallas que pronto se presentarían.
Cada uno a su marcha fue esquivando las curvas, las piedras, las cuestas arriba, las cuestas abajo, las sendas sin visibilidad, los pinos...los otros bikers, las averías y las visitas al sagrado suelo de la Sierra del Negrete.
Tomábamos manjares en los lugares dispuestos al efecto, nos saludaban las gentes apostadas en los márgenes que conocían nuestra vistosa equipación y que nosotros mostrabamos con orgullo; a la que nos quisimos dar cuenta... unos antes y otros después estabamos todos en la meta... salvos porque lo de sanos ... es por milagro divino; pensando fríamente la de borriquerías que hicimos sobre nuestras monturas... pa habernos matao.
En fín, algunos todavía lamen sus heridas y la semana no invita a entrenar debido a los malos vientos y muchas lluvias que nos dá el mes de abril pero bueno lo cierto es que pasamos un agradable día junto a muchos compañeros bikers tan intrépidos como nosotros.
Esperemos que en próximas fechas podamos ser algunos más y disfrutar juntos de este maravilloso deporte.
By JoséFer
Allá que te fueron el domingo día 6 de abril, día espléndido por soleado y de temperatura muy agradable para pasear en bicicleta.
Madrugaron un poquito y con sus monturas a punto allí se presentaron los intrépidos y valientes cinco componentes de la peña mtb de Mira. A saber: Miguel Villanueva, Miguel A. Miguel, Josep, Victor y Joséfer (todos ellos ya Licenciaedos en btt por haber superado semejante hazaña con bien).
Una vez allí, reunidos en grupo, realizados los trámites pertinentes ante los organizadores, uno de los componentes ya presagiaba el mal fario de su rayado dorsal, mira por dónde el diablo se le cruzó por delante cuando se disponía a situarse en la salida y dió con sus huesos en el asfalto utielano; mascaba clavos el ciclista y maldecia su mala suerte.
Pero bueno, la mañana avanzaba, la salida se sucedía, el bueno del técnico ciclista con su cámara a cuestas intentando grabar algo, y los demás sobre las monturas intentando reservarnos porque la fama de la ruta hacía presagiar momentos duros de este deporte, y no era cuestión de llegar sin fuerzas a esas batallas que pronto se presentarían.
Cada uno a su marcha fue esquivando las curvas, las piedras, las cuestas arriba, las cuestas abajo, las sendas sin visibilidad, los pinos...los otros bikers, las averías y las visitas al sagrado suelo de la Sierra del Negrete.
Tomábamos manjares en los lugares dispuestos al efecto, nos saludaban las gentes apostadas en los márgenes que conocían nuestra vistosa equipación y que nosotros mostrabamos con orgullo; a la que nos quisimos dar cuenta... unos antes y otros después estabamos todos en la meta... salvos porque lo de sanos ... es por milagro divino; pensando fríamente la de borriquerías que hicimos sobre nuestras monturas... pa habernos matao.
En fín, algunos todavía lamen sus heridas y la semana no invita a entrenar debido a los malos vientos y muchas lluvias que nos dá el mes de abril pero bueno lo cierto es que pasamos un agradable día junto a muchos compañeros bikers tan intrépidos como nosotros.
Esperemos que en próximas fechas podamos ser algunos más y disfrutar juntos de este maravilloso deporte.
By JoséFer
¿Que os parece si hacemos una colecta para un botiquin?
ResponderEliminar:)